La Marseillaise: Un edificio de oficinas envuelto en la bandera francesa

Descripción

Situado en el distrito Euroméditerraneée, donde se encontraban los antiguos muelles del Puerto de Marsella, La Marseillaise ofrece unas espectaculares vistas al mar. En sus 35 plantas se albergan 35.000 m2 de espacios de oficinas repartidos en 31 plantas, una cafetería, una guardería y espacios comerciales en la planta baja. El reconocido estudio de arquitectura de Jean Nouvel creó el diseño de este edificio de oficinas y la constructora Vinci realizó la obra.

Forjados con Cofraplus®

La Marseillaise se construyó con un núcleo de hormigón y una estructura de acero, creando un notable ejemplo de construcción mixta de hormigón y acero. ArcelorMittal Construction fue elegido como único proveedor de los forjados y suministró un total de 35.000 m2 de chapa colaborante Cofraplus® 60. Cofraplus® 60 es una solución optimizada y competitiva que ofrece numerosas ventajas:

•    una ligera estructura mixta de hormigón y acero,
•    una simplificada logística en la obra,
•    un rápido montaje sin apoyos temporales,
•    una resistencia contra incendios de 120 minutos

Cofraplus® 60 fue suministrado con un espesor de 1 mm y pre-perforado para los pernos. Además, se realizaron de 20 a 30 cálculos según los Eurocódigos para conseguir la solución óptima para los forjados.

Concepto arquitectónico: Un himno a la luz, envuelto en la “tricolore” francesa

Jean Nouvel diseñó este edificio para destacar en el skyline de Marsella, mientras que al mismo tiempo “formase parte del denso aire del mar Mediterráneo, la neblina, la lluvia, toda la atmosfera”.

La Marseillaise se concibió como un “himno a la luz, un escalón, una escalera que lleve a los puentes suspendidos hacia el cielo en él”, según lo describe el arquitecto en su memoria.

Como un faro de luz, el edificio juega con el sol y las sombras. Su simple forma geométrica crea un complejo, casi matemático, patrón de líneas de luz y sombras que atenúan e incluso borran las líneas de los bordes.

Su esquema de colores es otra característica que convierte a La Marseillaise en un edificio singular. Con una fachada que recuerda a la bandera francesa, es como si con sus tres colores, azul, blanco y rojo, envolviera el edificio. Un total de 26 diferentes tonos fueron necesarios para crear esta fachada tricolor difuminada.

Los colores también reflejan algunos aspectos de la ciudad de Marsella: el azul del cielo, el mar y el equipo de fútbol OM; el blanco para el horizonte y la espuma del mar; y el rojo por los tejados rojizos del barrio Le Panier, cerca del antiguo puerto de Marsella.

Como la luz y los colores interactúan, los “parasoles se harán indistinguibles de los forjados.” Los mismos colores continúan en el interior del edificio: en falsos techos, columnas, vigas y escaleras – para que, en palabras de Jean Nouvel “difuminen y borren los transparentes límites físicos del vidrio.”

La fachada del edificio contribuye a la textura háptica concebida en el diseño arquitectónico. Las grandes ventanas de las fachadas norte y este se caracterizan por sus aletas verticales fabricadas de hormigón ultraligero de alto rendimiento que protegen de la luz. En las fachadas sur y oeste, pasarelas de mantenimiento metálicas en voladizo proporcionan protección del sol para La Marseillaise.