Teatro Brigittines: Una armoniosa ampliación en acero autopatinable

El proyecto de ampliación y restauración de esta iglesia barroca en el centro de la capital belga se ha convertido en una oportunidad para la reinterpretación: el uso del acero autopatinable Indaten® suministrado por ArcelorMittal y el vidrio reflectante crean un diálogo con su entorno.

Descripción

Una nueva vida gracias a revitalización

El proyecto de ampliación del teatro de las Brigittines, acometido en la ciudad de Bruselas por el arquitecto italiano Andrea Bruno - en colaboración con el estudio belga SUM Project - se configura como una intervención a medio camino entre la nueva realización y la restauración teniendo en cuenta que constituye una oportunidad para la reutilización y ampliación de una pequeña iglesia barroca, la iglesia de las Brigittines, construida en 1663.

El edificio, abandonado desde hacía tiempo y reducido a un estado ruinoso, ha sido adquirido por un grupo de artistas de vanguardia, quienes utilizando espacios existentes para sus actividades han sabido fomentar y demostrar de forma evidente su voluntad de innovación.

La antigua iglesia barroca, que formaba parte de un convento actualmente demolido y cuyos jardines también han desaparecido, se encuentra hoy a pocos metros de distancia de un edificio de varias plantas, edificado sin tener en cuenta el respeto por el entorno.

Esta condición ha constituido el punto de partida para el equipo encargado del proyecto, que a través de diferentes esbozos y estudios ha imaginado la pequeña fachada de la iglesia recortándose, como un sello pegado a un sobre, contra la fachada del gran edificio situado a sus espaldas. La expresión de esta imagen, traducida al lenguaje arquitectónico, ha sido de salvaguarda y de restauración, que significa, en este caso, devolver al edificio abandonado una nueva función y una nueva vitalidad, transformando el manufacturado arquitectónico.

La idea del proyecto ha sido la de duplicar o "clonar" la arquitectura de la iglesia existente, convirtiéndola en monumento histórico ya que este edificio está todavía vivo y formando parte de nuestra civilización, y por lo tanto, haciéndolo además utilizable.

Acero autopatinable: el protagonista arquitectónico

Protagonista de esta importante restauración ha sido el material utilizado: el acero autopatinable comercializado por ArcelorMittal con el nombre de Indaten®. Este acero es, en su autenticidad, natural como antes lo era el cobre, uno de los materiales básicos de la construcción. Su peculiaridad es la de "sentir" el paso del tiempo, ya que se transforma, adquiere una pátina en un recorrido que dura años, además del hecho de saberse integrar, estética y arquitectónicamente incluso en contextos vinculados o consolidados, a pesar de ser un material claramente perteneciente a la contemporaneidad.

Este tipo de acero autopatinable es, sin duda, capaz de combinarse y envejecer de forma homogénea junto a monumentos antiguos. La decisión de usar este material, sin embargo, no está relacionada solamente con su capacidad de envejecimiento, sino que deriva de la voluntad de otorgar al edificio proyectado un aspecto cálido, tornasolado según la luz y casi mimético respecto a los materiales tradicionales de piedra y ladrillo con los que se construyó la iglesia. De esta forma, el ábside y toda la parte posterior de la iglesia están completamente revestidos de acero corten, mientras que la parte delantera conserva todavía el ladrillo y la piedra.

Los aspectos arquitectónicos y tecnológicos

El nuevo edificio realizado junto a la iglesia está subdividido internamente en siete niveles, en cuyo interior se abre un espacio para todas las funciones y actividades requeridas por el grupo de artistas. Entre las dos edificaciones se ha construido una escalera para acceder a las siete plantas de la parte nueva.

El revestimiento de acero está formado por planchas plegadas utilizadas sobre todo en la parte frontal de la fachada y en cassettes para las partes laterales. En el caso de las planchas plegadas, éstas tienen un espesor de 5 mm y están fijadas sobre una retícula interna de acero, de tal forma que en el exterior se obtiene una planeidad absoluta de la superficie.

La forma arquitectónica del edificio, casi un gran cajón de metal, responde a una función precisa: en la parte alta está situada la sala de pruebas, tecnológicamente muy avanzada y con muros fonoabsorbentes de 40 cm de espesor necesarios para aislar el ambiente del ruido exterior. Este ruido procede del paso a pocos centenares de metros, del tren de alta velocidad de Bruselas.

También se ha prestado especial atención a pequeños detalles arquitectónicos y tecnológicos que han contribuido notablemente a la integración de la nueva edificación en el contexto existente: un ejemplo de esto es la hendidura que puede apreciarse en un panel de la fachada, obtenida plegando el material, de tal forma que reproduce, estilizadas, las ventanas de la parte barroca. Dentro de esta hendidura hay una luz que se ilumina de noche, dándole un aire muy delicado.

El coronamiento del edificio, por último, reproduce graciosamente la forma de la iglesia cercana y la parte blanca en lo alto está realizada con acero inoxidable.

Conclusiones

Ya durante la fase de construcción, y todavía más una vez terminado el edificio, uno se puede dar cuenta de cómo ahora el cuerpo de la iglesia - duplicado gracias a la intervención – adquiere ahora un peso mayor respecto a la rejilla de cemento armado que constituía su telón de fondo en una relación que resultaba casi aplastante, dejando paso al diálogo y confrontación que se originan ahora.

Las elecciones arquitectónicas y de proyecto, en efecto, han intentado resolver de forma coherente  y casi delicada la inevitable criticidad de los puntos de contacto entre lo viejo y lo nuevo, gracias a pequeños trucos y a un uso inteligente de los materiales que, a pesar de pertenecer indiscutiblemente a la contemporaneidad (el acero en general y el corten en particular) saben dialogar con la tradición y el entorno.

Información del proyecto

  • Bruselas
  • Bélgica
  • Arquitecto:
    Andrea Bruno, Turín Italia
    SUM Project, Bruselas
  • 2007
  • Ingeniería :
    Estructura: Ney & Partners SA
    Instalaciones: Gei
    Control técnico: Seco
    Acústica: Venac
  • Constructora:
    Denys nv