Un complejo esqueleto en acero HISTAR® permitió el angulado diseño de la ampliación del Museo de Arte en Denver

La ampliación del Museo de Arte de Denver, el edificio Frederic C. Hamilton, fue inaugurado en 2006 y se ha convertido en la nueva entrada al complejo museístico. Su geométrico diseño deconstructivista fue realizado con una estructura de acero para la que se usó aceros de alta resistencia HISTAR® de ArcelorMittal.

Descripción

El edificio Hamilton alberga la colección de arte moderno y contemporáneo del museo así como la colección de arquitectura y diseño y arte oceánico, un auditorio de 280 plazas y un almacén. Su representativo vestíbulo de entrada permite el acceso al museo, las tiendas y la cafetería. Revestido con paneles de titanio, el edificio Hamilton se ha convertido en un punto de referencia en la ciudad.

Con su compleja forma geométrica, el edificio imita sus entornos urbanos y el paisaje natural de la zona, especialmente las Montañas Rocosas. La angulada estructura está formada por 20 planos inclinados, de los cuales ninguno es ni paralelo ni perpendicular en relación con los demás. Un complejo esqueleto de más de 2.700 toneladas soporta este diseño de geometría irregular. La estructura de acero se montó en un período de 13 meses.

El Museo de Arte de Denver amplía las instalaciones del primer edificio diseñado por el arquitecto italiano Gio Ponti con un proyecto fruto de una "Joint Venture" entre Daniel Libeskind y Davis Partnership de Denver. El equipo de arquitectos supervisó la construcción del proyecto y tuvo su base en Denver desde la terminación de los planos. El edificio resultante fue un museo innovador para el siglo XXI, gracias a la estrecha colaboración entre el director del museo, los conservadores, el equipo de exposiciones permanentes, el arquitecto de contacto y el Patronato.

"El ojo y el ala": una mermoria arquitectónica por Daniel Libeskind

"El nuevo edificio del Museo de Arte de Denver se convertirá en un icono cuyo carácter y forma atraerán a un gran público al complejo museístico. El anexo se ha concebido en estrecha relación con la función y la estética del actual museo Ponti así como del conjunto del Centro Cívico y de la biblioteca pública. El nuevo edificio une el centro de la ciudad y el centro cívico formando un sólido vínculo con el barrio de Golden Triangle. El proyecto no está concebido como un edificio independiente sino como parte de un conjunto de espacios públicos, monumentos y entradas en esta parte en desarrollo de la ciudad, contribuyendo a la sinergia entre vecinos grandes y pequeños.

El edificio y la plaza se construirán con materiales muy relacionados con el contexto existente (piedra local) así como con materiales nuevos e innovadores (titanio) que, juntos, crearán espacios que conectarán la tradición local de Denver con el siglo XXI.

La forma del nuevo museo se inspira en la vitalidad y el crecimiento asombrosos de Denver desde su fundación hasta el presente. Unido a su magnífica topografía, con sus imponentes vistas del cielo y las Montañas Rocosas, el diálogo entre la audacia de la construcción y el romanticismo del paisaje crean un espacio único en el mundo. El audaz y progresista enfoque de participación del público a la hora de forjar su propio destino cultural, urbano y lleno de vida es algo que impactará a cualquier persona que ponga su pie en Colorado.

Uno de los desafíos que supone construir el Museo de Arte de Denver es tener muy en cuenta y responder a la extraordinaria gama de variación en la luz, coloración, efectos atmosféricos, temperaturas y condiciones meteorológicas propias de esta ciudad. Quiero insistir en que es preciso integrar estos cambios no sólo funcional y físicamente sino también en sus aspectos culturales y lúdicos por el bien de la vivencia del visitante. La conjunción de la experiencia del arte contemporáneo y con la singularidad de las condiciones locales formaron parte de la toma de decisiones en cuanto a materiales, forma y espacio.

La comunidad juega un papel importante a la hora de participar en la creación del nuevo Museo de Arte de Denver, y a pesar de que el arquitecto deba responsabilizarse totalmente del trabajo, la inclusión del público es esencial para que el edificio sea un éxito. Creo en la importancia del debate y el diálogo que generará el proyecto como parte de su misión de extender la participación del público en el museo. Aunque ninguna sinfonía u obra de arte haya sido creada nunca por una comisión, siempre ha sido importante que una obra tenga un contexto público abierto para poder terminarla con éxito.

El espectro espacial del museo diseñará para los visitantes una experiencia pública que será mayor que la suma de sus partes. La experiencia del visitante comenzará antes de entrar en el edificio propiamente dicho porque éste se ha concebido como una espectacular forma urbana enclavada en el centro del horizonte de la ciudad. El flujo circulatorio del público se traducirá, por tanto, en una exploración tridimensional de la topografía del lugar, del tiempo y de lo inesperado.

En el siglo XXI se producirá un replanteamiento radical de la experiencia de los visitantes y del propio museo. Las viejas barreras entre tradición y futuro se disolverán y reformularán en un nuevo programa arquitectónico. Los temas ecológicos y el papel de la arquitectura a la hora de fomentar una relación creativa del edificio con su entorno serán explorados en la manera que éste se conciba y construya. Las cuestiones relativas a la luz y a los sistemas del edificio tendrán que estar relacionadas con la variedad de la experiencia museística. Puesto que el nuevo museo no se considera una abstracción sino un lugar para que se satisfagan los variados deseos del público, aquél hará uso de las últimas tecnologías y las fusionará en un todo integrado.

El museo como inspiración para la creación artística
Dado que el arte contemporáneo es tan rico e impredecible, una de las misiones del museo es proporcionar un espacio que inspire y dé paso a la creación de nuevas obras. Este espacio abarcará desde galerías de cajas blancas y negras hasta espacios radicales en los que tendrán cabida tanto los sueños más íntimos como las grandes instalaciones. El carácter contemporáneo de las galerías del nuevo edificio también permitirá hacer frente al reto que supone el incierto y siempre sorprendente horizonte artístico, creando nuevas oportunidades para que los artistas conciban y hagan realidad sus sueños más delirantes.

El edificio Ponti es una imponente construcción ideada por un arquitecto notable en su época. El nuevo edificio para el Museo de Arte de Denver generará la tensión necesaria para hacer que el museo actual entre aún más en un diálogo urbano que se prolongue en el tiempo. Centralizará los vestíbulos, los espacios de actividad social y las conexiones funcionales en una nueva y singular entrada al conjunto del complejo. También constituirá un vínculo continuo y por tanto transformará la percepción pública del edificio antiguo.

La concepción del conjunto no implica simplemente añadir un edificio adicional al museo, sino que genera un nuevo complejo en el que el edificio Ponti tiene un importante papel regenerador. El nuevo lugar creado para el Museo de Arte de Denver generará una asistencia completamente nueva que se sumará al público ya implicado en la experiencia artística. Todo esto proporcionando experiencias que serán exclusivas de este museo, convirtiéndolo en un lugar de destino, no sólo para visitantes procedentes de Denver, sino de todo el mundo.
La ampliación no está basada en una idea de estilo o en un refrito de ideas o formas externas ya elaboradas, porque su arquitectura no distingue entre interior y exterior, ni proporciona una fachada bonita tras la cual se tiene una experiencia cotidiana. Esta arquitectura tiene más bien una conexión orgánica con el público en general y con aquellos aspectos experimentales que son a su vez intelectuales, emocionales y sensoriales.

La integración de estas dimensiones para el placer y el disfrute del público se transmiten en un edificio que respeta el carácter artesanal de la arquitectura y su transmisión instantánea de la mano a los ojos y de éstos a la mente. Después de todo, el idioma de la arquitectura, más allá de las propias palabras, es la risa de la luz, la proporción y la materialidad."

Información del proyecto

  • Denver, Colorado
  • EE.UU.
  • Arquitecto:
    Daniel Libeskind
  • Concurso: 2000 - Inauguración: Otoño 2006
  • Promotora:
    Denver Art Museum, Ciudad de Denver
  • Ingeniería:
    Arup Ingeniería estructural
  • Constructora:
    Joint Venture: Davis Partnership
  • Fotógrafo:
    Cortesía del estudio Daniel Libeskind

Detalles técnicos:

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